A veces se piensa que, frecuente es sinonimo de normal…
Sentada delante del ordenador, hace tiempo que tengo ganas de hacerlo. De escribir, de comunicarme. Siento la necesidad de explicar cosas que, muchas veces, harían la vida más sencilla, a muchas personas que conviven en el día a día con problemas de Salud Mental.
Y esto surge, a raíz de que, estando casi en el final de 2019… todavía hoy, da vergüenza decir que uno va a Terapia.
Tener una enfermedad mental es muy frecuente, muchísimo más de lo que Facebook, Instagram o cualquier otra red social nos haga creer. Si nos ponemos a buscar datos, nos encontraremos con que, aproximadamente el 21% de la población general en España, tiene un problema de Salud Mental. Y en la edad media de la vida, casi el 25%, o sea, una de cada cuatro personas. Y si a esta cifra, le sumamos los familiares que conviven con ellos, los amigos que mantienen contacto, los compañeros de trabajo o de estudios, porque no hay que olvidarse, que las enfermedades mentales, queríamos oírlo o no, nos afectan a todos.
Tu marido afecto de una depresión no diagnosticada, porque no va al especialista, no vaya a ser cosa que la gente piense que esta «loco», y se queda en casa todo el día, no sale ni para pasear el perro, a lo cual, tú tampoco puedes hacer tu vida con normalidad, discuten al respecto, te enfadas, tú también lo pasas mal. Pero no puedes hacer nada, porque, qué va a decir la gente de que tu marido vaya al Psiquiatra.
Tu compañero de trabajo, con el cual compartes muchos proyectos laborales, y con el cual tienes mutua dependencia, está sumamente irritable, estancado en sus responsabilidades, no haces más que cargarte de sus tareas, porque él no las realiza, sea lo que sea que le pasa, no cumple. Y tú, sacas la faena de los dos, sobrecargada, agotada, con rabia… pero claro, no le podemos decir nada, de que lo vemos mal, de que no es él, porque no vaya a ofenderse, creyendo que pensamos que está «loco», por pedir ayuda cuando no se encuentra bien.
Tus padres no paran de discutir, parece que no saben comunicarse de otra manera, no te gusta, es desagradable, a veces, pasar un rato con ellos. Te pone hasta triste incluso, pero no puedes decir nada, porque puede caerles mal que se les diga algo al respecto. Ellos «son así», no importa lo que te afecte a los demás.
Tu mejor amiga está super rara, hace cosas extrañas, inadecuadas, molestas incluso. Hay días que llega a hacer el ridículo, pero no te atreves a comentárselo por si se ofende. Y total, ella controla el consumo.
Tu grupo de amigos, cada vez que salen, beben hasta perder el control, a veces también consumen otras cosas más fuertes, ellos dicen que controlan, pero te das cuenta de que no es así. Además, «es normal, son jóvenes, es momento de vivir, de disfrutar, no pasa nada»…
Y así, puedo seguir enumerando ejemplos y más ejemplos de lo que veo en el día a día, y lo que callamos y escondemos, por no ofender al otro. Porque decirle a alguien que tiene que pedir ayuda porque no se encuentra bien, parece que está mal. (Bueno, y ni decirlo si somos nosotros mismos).
Y es algo, que yo no entiendo, porque si el corazón funciona mal, si no se contrae adecuadamente, si hay un fallo, uno comienza a estar más fatigado, tiene dolor, va al cardiólogo y le da una medicación, le recomienda hacer tal o cual deporte, para ayudar a funcionar mejor ese órgano. Si los riñones no funcionan bien, molestias al orinar, dolor todo el día, uno va al nefrólogo.
Y si nuestro cerebro, como órgano que es, con sus funciones de pensar, sentir, hacer (pensamientos, ideas, emociones, conducta) no funciona bien, ¿cuál es el gran problema de ir al especialista para que me ayude a que mejore mi funcionamiento? (funcionamiento: relación conmigo mismo, relación con los demás, comunicación, gestión emocional, relación con los problemas…)
Con esto no quiero decir que todo el mundo tiene que ir a Terapia, lo que quiero decir es que, de una vez por todas, quitemos ese lastre que tiene el hecho de tener un problema de Salud Mental. Ya bastante nos pesa, tener un problema, como para que encima, pedir ayuda nos despierte sentimientos de Vergüenza, Extrañeza, e incluso Miedo.
La Salud Mental, es base de todas las relaciones humanas.
Entonces porqué no nos cuidamos a ese nivel, con tanta importancia como lo tiene la Salud Física.
Claro, que este tema es más extenso, y discutible, repito, que no creo que TODOS tengamos un problema de Salud Mental, lo que sí creo es que la mayoría de nosotros, hacemos poco por desterrar el estigma que pesa sobre esta especialidad.
Estigma que solo provoca más sufrimiento.
¿Crees que hay algo que pudiéramos hacer para cambiar esto?
El desafío de que la Salud Mental, algún día, llegue a tener la importancia de la Salud física.