19 de Marzo, San José… ese humilde carpintero que aceptó la voluntad de Dios, ser padre adoptivo de Jesús, su Hijo.
Y yo tengo mi propio San José, un humilde informático que aceptó la bendición de tres hijos, que los educó con todo el cariño que pudo y más. Que nos inculcó valores tan bonitos e importantes, que aún sabiendo que de la forma que nos estaba educando íbamos a sufrir mucho en esta sociedad materialista y superficial, no cambió sus principios y nos inculcó la importancia vital de la familia.
De pequeña, en una revista de esas de los niños, leí una poesía que jamás olvidé, no la olvidé porque era muy fácil de recordar, con 8 años, pensaba que alguien la había escrito pensando en “él”, me preguntaba ¿cómo lo conocían? ¿Cómo sabían tantas cosas de “él”? Que bonita, la inocencia de ser pequeños…
“Hay un hombre bueno que todo lo da,
Trabajo, esfuerzo, amor y verdad,
Su mano es la estrella que guía mis pasos,
Y aunque esté cansado me alza en sus brazos y juega conmigo igual que un amigo,
Y si encuentra penas en el alma mía, inventa diabluras para que yo ría,
Hay un hombre bueno que todo lo da,
Ese hombre bueno, se llama PAPÁ”…
Hoy debo decir que ese hombre bueno que todo lo da (y es así al 100%) hoy es más conocido como “Abu” y creo que es el mejor título que ha tenido en su vida…
Feliz de que seas mi padre y aún más de que seas el abuelo de ellos…